lunes, enero 29, 2007

El baño de Tomoko

Minamata, al Sur de Japón (1972)
En los años '50, los habitantes de esta pequeña localidad nipona detectan un mal extraño que afecta a los animales y después a los humanos y provoca lesiones neurológicas y malformaciones físicas. El mercurio arrojado al mar por la empresa química Chisso contamina toda la cadena alimenticia. Serán necesarios 25 años de lucha encarnizada para que los culpables sean condenados. Aún hoy en día se llevan a cabo varias diligencias relacionadas con el pago de las indemnizaciones. Oficialmente son 14.000 las víctimas del mal de Minamata, de las cuales 1.000 han muerto.




Ella se llama Tomoko Uemura. El mercurio en el vientre de su madre la envenenó. Desde que nació la madre la trasladaba en su espalda, ya que debido a sus miembros atrofiados, no podía andar. En la foto, y a pesar de que se me ahogue el alma, hay algo, no sé, como una especie de "velo" de tranquilidad, que llena la foto. Solo hay que ver el rostro de Tomoko como busca la mirada afectuosa de la madre, para darse cuenta de lo necesario que es en esta vida amar y ser amado.

Tomoko moriría en 1977 a la edad de 21 años. Descanse en paz....